Lección

 Viernes :  Trabajando con el Estado de Sueño

Realmente deberíamos tener otra palabra para denominar esta realidad de los sueños, ya que la palabra sueño ha tomado la connotación de algo que solo existe en la imaginación de uno. La clase de sueños – en la que una persona se halla en su cuerpo astral y puede sentir lo que toca, emocionarse con lo que experimenta, pensar y hablar – no son lo que conocemos como el estado de sueño. Esta es una experiencia astral, similar a la experiencia de la muerte, pero el cuerpo astral está aún ligado al cuerpo físico. Los sueños y la muerte son hermanos, con la excepción de que el cordón de plata no ha sido roto, el cual es el cordón psíquico de energía actinódica, o el cordón umbilical entre el cuerpo astral y su doble físico, o del cuerpo físico y de su doble astral. Por lo tanto, cuando uno comienza la práctica regular de sadhana, meditación, mantras, a corregir esquemas de comportamiento en la vida diaria, el cuerpo astral es capaz de desconectarse del cuerpo físico, y se experimenta una realidad astral, que no es un sueño cuando se la recuerda, en el sentido en que los sueños son generalmente denotados.

Los conceptos en el idioma inglés de sueños – tales como “cuando me despierto,” “cuando soñaba” o “ intenté recordar mi sueño” – establecieron el patrón para la psicología de los sueños en el contexto Occidental. Podríamos decir, “Me di cuenta que estaba activamente consciente cuando volví a entrar en mi cuerpo físico e intenté grabar en mi cerebro físico el trabajo creativo, la actividad, los pensamientos, los sentimientos y las experiencias que sucedieron a lo largo de la noche.” Esto estaría afirmando veinticuatro horas de conciencia, en las cuales, el cuerpo físico en su realidad aparente, juega una muy pequeña parte.

Debido a que ellos son experimentados, debido a que ellos afectan nuestra vida de vigilia y debido a que muchos de ellos son portentos del futuro: estas son la razones que Adi Sankara me dio al decir que los sueños son reales en muchos sentidos. En el Occidente se piensa que los sueños son más o menos irreales. En el Oriente se piensa que son ambos: reales e irreales. La palabra en Sánscrito para sueño es svapna, se relaciona etimológicamente con la palabra griega hypnos e incluye el contenido del sueño y las formas o procesos del soñar. Es uno de los cuatro avasthas, o estados de conciencia, dados en los Upanishads: jagrat, el estado de vigilia; svapna, el estado de dormir o soñar; sushupti, sueño profundo; y turiya, el cuarto estado, también denominado samadhi

Hemos mencionado anteriormente la conciencia de veinticuatro horas de la mente y cómo aún en el estado de vigilia una mente no controlada se halla soñando y fantaseando, y hemos señalado que es únicamente el cuerpo físico el que experimenta el fenómeno de dormir. El cuerpo astral no tiene que hacerlo. Puede mantenerse despierto y activo veinticuatro horas por día, ya que está siempre funcionando dentro del cuerpo físico también durante las horas de vigilia del cuerpo físico. En realidad vivimos en nuestro cuerpo astral veinticuatro horas por día. Ese es el verdadero hogar del alma, de las emociones, de los karmas simiente. Cuando el cuerpo astral es suficientemente afortunado de tener un cuerpo físico, lo usa al menos la mitad del día cada día, cuando ese cuerpo no se encuentra durmiendo.

En sadhana se tratan dimensiones de conciencia más y más sutiles. A la larga, quizás, uno hasta puede comenzar a trabajar con los sueños en forma sutil. La idea Hindu de que uno no debe robar ni herir ni siquiera en sueños parecería reforzar esta sutileza. Un sueño que puede no significar nada para una persona común, por ejemplo un incidente de robo, puede ser tomado como importante para un adepto. A menudo la gente religiosa suprime sus sentimientos naturales de modo de vivir a la altura de los conceptos religiosos de virtud y ética que no han elaborado en forma natural y obtenido limpiando sus esquemas de comportamiento pasado a través de sadhana diario, de auto-cuestionarse y de cambiar las creencias a través de terapia de creencia. Esto significa erradicar totalmente una creencia y reemplazarla con una nueva que se halla más en línea con los principios religiosos que han decidido moldear en sus vidas, que con los anteriores. Debido a esta supresión, la expresión de los deseos se libera y se experimenta durante los sueños. Muchas personas que han conseguido efectuar esta represión muy bien, tienen sueños repetitivos. En estos casos, el guru tomará nota de los sueños que están teniendo lugar para ver si son realmente deseos suprimidos, sentimientos y emociones que deben ser habladas a la luz del día y cambiadas, principalmente si son recurrentes. La recurrencia de la misma o de una similar experiencia de sueño indica que cierto trabajo interno es necesario en el individuo, que se ha impuesto un estándar muy elevado en su estado de vigilia y no está llevando a cabo suficiente sadhana y tapas para mantener ese estándar. Por consiguiente, el afloje tiene lugar cuando nadie está observando. Durante los sueños la persona puede hacer lo que realmente quiere.

La clave aquí para el devoto es no acarrear el sueño a la vida diaria y comenzar a hacer en el mundo físico lo que hizo en el sueño. Esto traería más karmas y complicaría la situación, haría que se dejara de efectuar los sadhanas y abriría la puerta a quizás otros interminables karmas o a un cambio completo, cambio de personalidad. El remedio es, en lo posible bajo la guía de un guru, llevar a cabo ciertos sadhanas, tapas, penitencia, auto-cuestionamiento, e incluso una penitencia por tener ese sueño, a la vez que recordando los elevados estados de virtud y buena conducta que se deben mantener durante el ciclo del dormir. Esto explica el punto de vista Hindu de que uno no debe robar ni siquiera en sueños, ni cometer adulterio ni lastimar a nadie o actuar de manera alguna en contra del dharma, o de las yamas y niyamas.

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